Esta es la segunda entrada de nuestro artista-caminante, la he dividido en dos capítulos pues la de hoy se refiere a sus murales y necesitan una reflexión diferente.
-Obras de Barro:
Nuestro artista realiza grandes murales usando barro y aplicándolo con la mano, estableciendo así un diálogo entre el gesto primario de dejar su huella y la elegancia formal de su obra.
¨Crear arte con mis manos es algo natural y estas piezas en la pared no son pinturas, son obras de barro¨.
-Orígenes:
Sus murales recuerdan a pinturas rupestres y a los petroglifos, pues utiliza formas primarias.
El inicio de la cultura para la especie humana se convierte en un fundamento para desarrollar y comprender la magnitud iniciática de su obra.
Siempre en armonía con la naturaleza, busca a través del uso de formas primigenias, representar determinados símbolos arquetípicos, que rodean desde siempre al ser humano, que tienen un profundo sentido de conexión con la naturaleza y el universo, algo que unido a sus representaciones textuales, también hace referencia a las órbitas de los planetas.
Su arte está vinculado intrínsecamente con el cosmos, como una metáfora del movimiento de la tierra y del universo.
Es el desplazamiento vital, que se encuentra más allá de nuestro cuerpo e incluso del planeta.
Estos sólo en los paisajes aislados de la urbe (con cielo despejado) se alcanzan a observar, que se unen en un mismo latido, con los movimientos casi imperceptibles que suceden dentro de nuestro cuerpo.
Los fenómenos naturales son las señales del paso del tiempo, como las fases de la luna, las estaciones, las estrellas, el atardecer y el amanecer; son las mismas que afectan a nuestro organismo.
La obra de Long implica una intervención del espacio, dejar una leve y sublime huella de su presencia en un lugar, creando geometrías con piedras o barro consigue marcar su paso, su rastro digital efímero en nuestro planeta.
La relación del hombre con su entorno natural, mediante actos creativos simples y eligiendo elementos naturales es una elección política, en los tiempos en que vivimos.
-Vivir lento:
Los Slow Walks o caminatas lentas, invitan a vivir con un ritmo, que contrasta con la rápida movilidad dentro de nuestras ciudades y su acelerado estilo de vida, con un incasable bombardeo mediático y la invasión de la cultura de lo desechable.
Su propuesta da cuenta de la necesidad de ralentizar el paso en la cotidianidad y en la sociedad.
Los Slow Walks o caminatas lentas, invitan a vivir con un ritmo, que contrasta con la rápida movilidad dentro de nuestras ciudades y su acelerado estilo de vida, con un incasable bombardeo mediático y la invasión de la cultura de lo desechable.
Su propuesta da cuenta de la necesidad de ralentizar el paso en la cotidianidad y en la sociedad.
Caminar es casi un acto inconsciente, automático; lo hacemos cuando deseamos trasladarnos de un punto a otro, pero hacerlo como algo consciente es una propuesta ética.
Andar es una acción, un movimiento corporal que permite (pisando la superficie terrestre), concienciarnos sobre la vida en nuestro planeta. Podría decirse que es la primera acción que realiza el hombre para explorar su territorio, su contexto, su paisaje y su entorno. Caminar para descubrir, para buscar y reconocerse a uno mismo.
“El camino es la metáfora de la vida”.
“El camino es la metáfora de la vida”.
Ha realizado su producción artística, recorriendo a pie, paisajes de los cinco continentes, empleando materiales propios de cada lugar y siendo el esfuerzo físico (con su cuerpo), este es un medio para conectar con la naturaleza, con el planeta.
El arte de Richard Long busca la complicidad del espectador, sus piezas despiertan los sentidos y la imaginación.
Su arte transporta a otro lugar y poder desconectar, proporciona la energía suficiente para querer explorar, vivir y caminar por territorios desconocidos.
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