mércores, 27 de maio de 2020

42. Darya von Berner. Naturaleza. Cap.1. Hablar en tiempos de cólera [PINTURA]

Darya von Berner (Mexico.D.F. 1959):
Es una artista multidisciplinar, con una gran presencia internacional, cuya obra abarca desde la pintura, el vídeo a las instalaciones e intervenciones en espacios públicos.
Su trabajo se basa en la construcción de ficciones con las que pretende poner en tela de juicio la realidad que nos envuelve.


Autor: Alberto Garcia-Alix.


En la obra pictórica que desarrollaste durante los años 80-90 y también en algunas instalaciones posteriores, intuyo una constante reflexión sobre la naturaleza en relación con el ser humano.

1. Realismo sobre afiche:
Donde la representación de la naturaleza se desarrolla en un espacio que es netamente urbano y roto: affiches desgarrados de la pared.
¿Entiendes estas pinturas como una reflexión sobre la idea romántica de la naturaleza versus el ser humano?



En la década de 1980 durante el boom de la pintura abstracta en la que me había educado, era todo un reto asistir a un taller con el pintor realista Antonio López, quien me dio licencia para pasar horas, días, meses, años mirando la luz, las nubes, los árboles y los edificios, al aire libre escuchando el paisaje sonoro que me rodeaba. No me sentía frente a, o contra la naturaleza, sino parte de aquella atmósfera en la que me encontraba y donde tenía tanto que mirar.

Siendo niña me decían que uno no se podía quedar mirando fijamente a las personas. Ahora podía mirar con entera libertad, fijarme con detenimiento en todo, como Cervantes se había fijado en el habla cotidiana, al escribir El Quijote en lengua romance, para conseguir el realismo de las independientes voces de sus personajes. Curiosamente ‘novela’ en francés se dice ‘roman’ de donde, hay quien dice, que viene el ‘romanticismo’ del siglo XVIII que hereda de épocas pasadas, el ver en la naturaleza como un lugar de paz, una vía de escape, sin intrigas y sin problemas materiales.

La elección de pintar sobre affiches arrachées o carteles publicitarios era quijotesca, habían servido en el Arte Povera en palabras de Mario Merz para: “salvarnos de las fuerzas deshumanizadoras de la industrialización y el consumismo”.  En la Pos-modernidad Jean-Charles Blais había elegido los affiches por estar “menos interesado en la superficie del lenguaje pictórico formulado en dos dimensiones y más por el espacio articulado ‘detrás’ de la superficie.
A mi, me atraía este material por ser de usar y tirar, porque al arrancarlo de la pared, dejaba ver sus múltiples capas, visibles en el contorno irregular de mis pinturas tradicionales de paisaje. Paradójicamente, el hecho de que los carteles publicitarios fueran un material recogido en la calle era una forma de expresar que más allá́ de la pintura resultante, aquellos deshechos del negotium, eran más que un soporte, una vía de escape para el otium, tiempo libre para estar ahí́ mirando, como en una performance.

2. Paisaje/abstracción:
Me refiero a los cuadros donde el paisaje pintado en tonos monocromos están rotos por franjas matérico-geométricas, generalmente pintadas en blanco.

"Vemos el 4% de la realidad, porque todo el resto es materia oscura".
D.V.B.


¿Estas irrupciones abstractas, las entiendo como una suerte de ¨personaje contemplando la grandiosidad de la naturaleza¨?, siguiendo la estela de Gaspar Friedrich, ¿Cuál es tu opinión al respecto?





En las pinturas de Caspar David Friedrich, en las que se contempla la naturaleza, son para Schelling lo mas alto, pues ahí́ confluye la forma sensible con la forma abstracta. Mirar a lo lejos desde lo más alto, es mirar mas allá́ de la propia filosofía estética y que solo podía mostrarse en forma teórica, es decir: abstracta, mientras que, en el arte y en la poesía, la emoción y la abstracción logran fundirse.
A finales de los años 80 me sentía muy cercana a Friedrich Schelling y ello propició que irrumpiera la abstracción, ya no solo en los contornos desgarrados, sino en el propio interior del cuadro.

Don’t Forget Anfitrite es una de esas pinturas ‘realistas-abstractas’ de aquella época, en la que me enfrentaba al debate entre realismo y abstracción. Aquí sí, la frase “naturaleza versus ser humano” adquiere el sentido de contraposición entre naturaleza y abstracción.
El romanticismo de la filosofía alemana de finales del siglo XVIII expresaba el deseo del artista, para explorar todas las posibilidades del arte.
Kant enlaza la moral con la naturaleza: “hay dos cosas que me conmueven: el cielo estrellado encima de mí y la ley moral dentro de mi”.
Schelling, como otros alumnos de Kant, se inclinará por el sentimiento contra la razón, buscando el escape en lo sublime, a partir de una sensibilidad apasionada y melancólica, en la estela de la estética romántica que veía en la naturaleza y en la abstracción un equilibrio que se resolvía en el arte.
Para Schelling el Arte es un vaivén entre lo que percibimos a través de los sentidos (los paisajes que pinto) y la tendencia al orden moral del mundo (la parte del cuadro pintada en blanco).

Las franjas abstractas blancas se inspiraban a su vez, en la voluntad de pintar la abstracción suprema e infinita del cuadro blanco sobre blanco de Kazimir Malevich, que fuimos a ver expresamente desde Paris, con ocasión de una exposición que se celebraba en el Stedelijk Museum en Amsterdam.

Lo matérico en mis cuadros de esa época, era también un recurso expresivo común al arte de esos años. Aun recuerdo cómo me quedé impresionada, en la Galería Maeght de Paris, al mirar de cerca la maestría con la que Antoni Tapies había aplicado la materia en una de sus pinturas blancas.
En aquel entonces muchos pintores hablábamos acerca de como Barceló́ y tú mismo, manejabais las texturas en vuestras pinturas.

3. Colgaduras:
Estas piezas se alejan de los postulados de las 2 series anteriores, para dejar paso a una representación de carácter mural, alejándose de una visión post-moderna de la pintura y  acercándose casi a un comienzo de pre-instalación para el trabajo de D.V.B.
En estos lienzos representa animales en peligro de extinción y con descomunales dimensiones...la naturaleza magnificada.


“Solemos pensar que el lienzo es la tela, pero el lienzo es el mundo¨.
D.V.B.


¿Estos pendones pueden tener relación con tu conocimiento de la cultura mexicana y en concreto del muralismo?.
¿Eres la artista-animal-social que deja paso a que la naturaleza vaya ganado la partida, frente a la representación pictórica?











En este caso, más que con la pintura mural y con la tradición de los tapices conmemorativos.
Aquellas Colgaduras que pinté sobre valioso terciopelo para ser colgadas en la fachada del Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla durante la Exposición Universal en 1992, donde se celebraba el descubrimiento de América, hay una significación expresa: en las civilizaciones del nuevo mundo, las representaciones del leopardo, del colibrí́ y del coyote, tienen un carácter sagrado.

En el siglo XVI comienza un gran debate en torno a la confrontación entre “naturaleza y ser humano”, en el que el sujeto moderno se siente capaz de controlar la naturaleza, a la vez que se enfrenta al absolutismo dogmático.
Unos, como Hobbes, defendían el autoritarismo, porque lo malo, decía, nos viene de nuestra naturaleza humana, pues sin una autoridad estaríamos en guerra todos contra todos.
Otros como Rousseau,  mas adelante, defenderá́n, en cambio, que lo bueno nos viene de la naturaleza, idea que tenía su origen en una Arcadia idealizada, inocente, pastoril y feliz.
Mas tarde, en el siglo XIX, ya no se habla de naturaleza, sino de Ciencias Naturales, que describen las estructuras del mundo y que son superiores a los métodos filosóficos. Esto, aboca a la concepción de Friedrich W. Nietzsche de un mundo en el que todo será́ cultura y en el que, él mismo, ha llorado abrazado al cuello de un caballo, al que su dueño había maltratado violentamente, antes de perder por completo y para siempre, sus facultades mentales.

Quedan así́ confrontadas la apoteosis de la estética, como sus impotencias. Es la constatación trágica, del fin de los sistemas filosóficos y de la síntesis que pretendía Schelling. Es también el fin de la búsqueda de un valor trascendente, que me empeñaba en perseguir con mis cuadros anteriores, en aquel intento de unidad entre paisaje como percepción sensible y la abstracción en blanco.


4. Barreras visuales:
Inspiradas en las grandes lonas instaladas en las intersecciones de las calles, para proteger a la población civil de los francotiradores, durante la guerra de la ex Yugoslavia.

¿Es la madre naturaleza y la mirada incisiva del animal, la que nos protege de la barbarie humana?





Los animales que he representado tanto en las pinturas murales como en las colgaduras parecen querer mirarnos, pero no nos miran, nos conmueven ciertamente, pero entre ellos, no se miran cómo nos miramos nosotros.
Rousseau creía que el hombre era bueno por naturaleza y que se corrompía al entrar en contacto con la sociedad. Para Schopenhauer, en cambio, la naturaleza de nuestros instintos es la que nos lleva a luchas interminables. 
La Ilustración al desterrar todo autoritarismo, incluyó al dios violento, desterrando con él, al dios que nos protegía contra la violencia, lo que abocó a Nietzsche a conformar una estética de la guerra y de la destrucción, que consagra la estética de lo feo, de la enfermedad y de la muerte.
Una guerra que continuaran los siempre rivales movimientos de vanguardia, al faltarles una víctima inocente para evacuar la violencia, una violencia que para Hölderlin es consecuencia de un hombre sin dios, sin un dios hecho hombre que se ofrezca a ser la víctima: “Pues, el hombre es un dios tan pronto como es hombre y si es un dios, es hermoso”.

Mañana, en el capítulo 2º de Darya von Berner. Naturaleza, dentro de la sección: Hablar en tiempos de cólera, nº: 43. Continuaremos conversando, en cómo evoluciona el trabajo de nuestra amiga, utilizando la naturaleza como materia de reflexión.

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