Hoxe, domingo 10 de maio, todo apuntaba a que ía a ser un día de sol e tranquilo, pero contra as 11 da mañá tinguiuse de tristura, un whatsapp comunicábanos o pasamento de Ramón Martínez Martos, alumno de Iniciación da nosa especialidade; o cancro levouno esta mañá e os que por aquí quedamos aínda non damos creto...
Ramón comezou este curso no grupo de Iniciación despois de facer as probas de acceso de Encadernación e Artesanía en Coiro, dúas especialidades que xa practicaba como autodidacta pero das que tiñas moitas ganas de aprender, e iso demostrábao en cada clase, en cada proxecto que facía na casa ou na clase e dos que sempre me pedía unha avaliación de erros a mellorar para seguir aprendendo, aínda que era sabedor da súa enfermidade seguía con ganas de aprender, de feito unha das últimas clases que tivemos viña do médico, e díxome que aínda que o diagnóstico era malo, el sentíase ben, e que mentres así fose ía seguir facendo vida normal, porque era o que tiña ganas de facer, de feito ata hai uns días amosábanos no grupo de whatsapp os cadernos que estaba a facer para a súa sobriña e o seu fillo.
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Ujaen.es |
Ramón era pediatra en Vigo e Marín, antropólogo forense, tradutor de xeroglificos e amante da artesanía, e podo dicir que este é un momento duro para mín como mestre, e explícovós por qué: Ramón é o cuarto alumno que morre sendo alumno meu, primeiro foi Luis, despois Ramón, é Antonia, que cada vez que me lembro dela a boca me volve o sabor do leite frito que nos facía sempre que podía, e agora Ramón, e non me dou acostrumado... Vivimos un mfomento no que cada día hai unha rolda de prensa onde se falan de centos de mortos, sobre un total doutros miles, e xa nos estamos acostumando a iso, pero cada persoa que morre deixa unha historia, unha familia, uns amigos e como diría Ortega y Gasset e as súas circunstancias, pois ben agora entenderedes porque fago esta entrada, para que a xente saiba que hoxe marchou un dos de Coiro, que sen dúbidas estaba enganchado e xa descubrira o encanto do material... Unha putada moi grande (e perdón pola expresión) pero a repito, xa que foi o que lle dixen nunha das nosas últimas conversas, e cando che dan unha nova así penso que é o que pensamos moitos... Unha aperta moi grande á súa familia, aos seus amigos, e compañeiros e mentres, nós aquí seguiremos dándolle ó Coiro como facíamos antes da túa partida.
D.E.P. Ramón Martinez Martos, "Mucho Cuero".
E agora a miña dubida é: ¿quen nos vai convidar á lamprea á Bordelesa que nos prometiches?
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Derradeiros traballos de Ramón que compartiu no whatsapp o 27/4 |
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Derradeiros traballos de Ramón que compartiu no whatsapp o 27/4 |
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Derradeiros traballos de Ramón que compartiu no Wwhatsapp o 27/4 |
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Derradeiros traballos de Ramón que compartiu no whatsapp o 27/4 |
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Derradeiros traballos de Ramón que compartiu no whatsapp o 27/4 |
O meu máis sentido pésame á súa familia e os seus amigos. Gardo moi bo recordo de Ramón, foi o primeiro pediatra do meu fillo, profesional, próximo e con gran sentido do humor. Unha boa persoa. Descanse en paz!
ResponderEliminarO meu máis sentido pésame á familia, e a ti tamen Pepe, A min tamén me deixaron antes de tempo tres alumnos, e todos polo mesmo motivo, claro que non te acostumbras, min te acostumbraras xamáis. Moito animo Pepe.
ResponderEliminarSu espíritu seguirá con nosotros al igua que su arte con las manos; mis condolencias a su familia y amigos
ResponderEliminarIN MEMORIAM
ResponderEliminarHoy, tras una pelea con el cáncer de algo más de tres años, nos ha dejado para siempre Ramón Martínez Martos.
Para aquellos que no lo conocierais, deciros que era un pediatra de Atención Primaria del área de Vigo, nacido hace 65 años en Jaén y criado en Valencia, pero con su ejercicio profesional desde el año 1982 en Galicia.
Como pediatra, fue uno de los impulsores y fundadores del Grupo de Pediatría Extrahospitalaria de Vigo, formado por los pediatras de atención primaria de los antiguos ambulatorios que desde octubre de ese año 82 empezó a reunirse mensualmente, intentando conseguir la puesta al día de nuestra profesión con el intercambio de conocimientos y experiencias.
Ramón, como buen andaluz, era algo supersticioso, y siempre nos decía a los amigos que cuando el enfermara con algo importante, se lo ocultáramos y solo le dijéramos algo así como: “Hay que ver Ramón que catarrito tan malo tienes”. Desgraciadamente no hemos podido cumplir sus órdenes, pues ha sido consciente en todo momento de su proceso y lo ha afrontado con absoluta entereza y una gran dignidad.
Pero Ramón era algo más que un pediatra, con ser esto muy importante. Era un hombre del Renacimiento, interesado por un sinfín de cosas a las cuales se volcaba con gran talento y entrega.
Así, a lo largo de estos años, sus amigos le hemos visto ser el más técnico en pescar con caña y hacer los cebos de “moscas de león” como nadie; ser un gran tirador de esgrima correctamente equipado; ser capitán de yate; cocinar como un chef con tres estrellas, atreviéndose incluso a preparar menús japoneses o árabes, porque la cocina nacional se le quedaba corta; tener un conocimiento inmenso de música clásica, deleitándonos, ocasionalmente, con el piano; ser un invencible jugador de backgammon; ser capaz de encuadernar libros con la perfección del mejor encuadernador; realizar trabajos de marroquinería dignos de Toledo o Ulbrique; y su última pasión ha sido el Egipto Faraónico. En esta última faceta aprendió a leer y descifrar el lenguaje jeroglífico, hizo una traducción del “Papiro de Ebers” reconocida internacionalmente, y estaba acabando su tesis doctoral que iba a presentar en la Universidad de Jaén; ejerciendo como antropólogo forense en sus frecuentes viajes a las excavaciones egipcias.
Por todo ello estar con Ramón era una verdadera delicia; pero es que además a lo anterior había que sumar que lo que a él más le gustaba era compartir una “charleta” con los amigos, mejor si era con mesa y mantel, donde ponía de manifiesto no solo sus conocimientos y su portentosa memoria, sino su principal característica que era la de ser un excelente contador de historias, aderezadas con la salsa de su vena andaluza. ¡Si es verdad que la risa es saludable, cuanta vida le debemos algunos!. Y ha seguido contando historias hasta el final, intentando sacar una sonrisa a los que le rodeaban, cuando tuvo la fortaleza de espíritu de dirigirse a ellos diciéndoles que no sabía si lo estaba haciendo bien porque “es la primera vez que me muero”.
Los que lo hemos conocido y hemos tenido la suerte de compartir con él tardes, noches, mesa, mantel, buenos vinos, algún que otro espirituoso y viajes lo vamos a echar de menos y se nos va a hacer muy cuesta arriba su ausencia. Pero seguro que allá donde esté, estará departiendo con los que nos abandonaron antes que él y a los que logrará mantener atentos y hacerles sonreír.
Gracias Ramón por habernos hecho pasar tan buenos ratos en tu compañía. Puedes estar seguro que tu viaje por esta vida no ha sido superfluo y se ha llenado con el amor que te profesamos tus amigos y permanecerás siempre en nuestro recuerdo y en nuestra memoria hasta que podamos reunirnos contigo. Mientras tanto maldeciremos el “catarrito” que te ha quitado de delante.
Descansa en paz.
Tus amigos Teresa y Ricardo
Moito ánimo, Pepe. Sei que Ramón te admiraba, valoraba e apreciaba moito.
ResponderEliminarUnha aperta e grazas por coidar así dos teus alumnos.
Unha noticia moi triste, as miñas condolencias,
ResponderEliminardescanse en paz e moito ánimo para todos.
Que pena cuando nos dejan personas con ese compromiso y tan queridas. Mucho ánimo Pepe y mi pésame a la familia.
ResponderEliminarO meu pésame para a familia e os amigos. Sei que era unha persoa moi querida. Ánimo e forza.
ResponderEliminarAún no doy crédito, me acabo de enterar , Ramón había sido mi pediatra y era el de mi hija .
ResponderEliminarLo recuerdo en mi infancia con mucha dulzura , era una persona maravillosa, como era hija mediana me apodaba niña bocadillo, decía que era el jamón del bocata y siempre fue muy cariñoso y amable .
Cuando nació mi hija y podía elegirlo ya que tenía cupo no lo dudé ni por un instante y en cuanto entre por la puerta con mi bebé me reconoció al instante aunque hacia muchos años que no me veía, a mi niña le decía que era su paciente nieta.
Por su manera de ser ella lo adoraba , se acercaba a el para decirle que le dolía , nunca desde la silla y cuando tocaba vacuna lo necesitaba a su lado, deciros que me llena de pena , era una persona única y especial.
Cuando comenté la noticia hoy en mi entorno hemos llorado incluido su paciente nieta que lo adoraba .
Un abrazo a la familia .
Hoy me he enterado de esta tragedia, compañero de carrera, de especialidad y de lucha por las prácticas hospitalarias en el Hptal. Clínico de Valencia. La última vez que nos vimos fue
ResponderEliminaren una mesa de villar y nos despedimos con un abrazo porque te ibas a Galicia. En las reuniones de pediatras de nuestra promoción todos (todos) hablábamos bien de ti. No conozco a tu familia pero entiendo la gran pérdida que supone para ellos el que posiblemente ha sido el mejor compañero y amigo que haya tenido. Como lo siento