Esa imaxe do resultado final circula ao longo do proceso de construción, é un faro ao que dirixirse... un obxectivo... pero que pode ir mudando cando comenzas o traballo. As Experiencias no proceso de construción, as solucións dos problemas cos que non contabas pero que aparecen aínda que teñas todo moi ben fiado, as opinións construtivas dos que tes cerca... farán que nese proceso o proxecto tome unha ou outra vía aínda que o obxectivo superior sexa o mesmo que ao principio.
Xandra, alumna do grupo Avanzado, ten un obxectivo superior. Ilustrar a través do debuxo a serigrafía e o stencil.
Primeiro descubrimento: do lapis ao rotulador groso |
Finalmente, o proxecto de ilustrar portadas converteuse nun proxecto de ilustración máis amplo. O que ían ser varias portadas, van ser capítulos, anacos ou pasaxes. O que ían ser varios libros, vai ser un, "Kafka en la orilla" de Murakami.
Á busca dun estilo propio, recoñecible, vinculado ao proceso serigráfico, xa que Xandra foi alumna de Serigrafía na EMAO, e tamén ao stencil, do que fixo un monográfico, é tamén un obxectivo. Esas experiencias e achegas máis ala do debuxo están chegando a conclusións moi interesantes que hoxe vos quero mostrar.
Aínda que a primeira imaxe mental do proxecto difuminouse un pouco, a vía que tomou está resultando moi produtivo, con máis posibilidades plásticas e expresivas.
Ánimo Xandra!!
KAFKA EN LA ORILLA: MURAKAMI
Cando se atopa petróleo hai que seguir perforando |
1.
El joven llamado Cuervo.
A veces el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar -me comenta el joven llamado Cuervo.
Posa con suavidad una mano sobre mi hombro. La tormenta de arena se desvanece. Pero yo continúo aun con los ojos cerrados.
-Tú, ahora, tendrás que ser el chico de quince años más fuerte del mundo. Sólo así lograrás sobrevivir. Y, para ello, deberás comprender por ti mismo lo que significa ser fuerte de verdad. ¿Entiendes?
Me limito a permanecer callado. Me gustaría hundirme poco a poco en el sueño sintiendo su mano sobre mi hombro. Un suave aleteo llega a mis oídos.
-Tú, ahora, pronto te convertirás en el chico de quince años más fuerte del mundo -me repite al oído en voz baja el joven llamado Cuervo mientras me dispongo a dormir. Como si tatuara con tinta azul oscuro estas palabras en mi corazón.
Y tú en verdad la atravesarás, claro está. La violenta tormenta de arena.
Y cuando haya pasado, tú no comprenderás cómo has logrado cruzarla con vida. No! Ni siquiera estarás seguro de que la tormenta haya cesado de verdad. Pero una cosa sí quedará clara. Y es que la persona que surja de la tormenta no será la misma que penetró en ella. Y ahí estriba el significado de la tormenta de arena.
El día de mi decimoquinto cumpleaños me escapé de casa, me marché a una ciudad desconocida y empecé a vivir en un rincón de una pequeña biblioteca.
Quizá parezca un cuento de hadas. Pero no lo es. De ninguna de las maneras.
2.
Montaña Kôchi. Prefectura de Yamanashi.
Volvemos a montar en coche, seguimos por la carretera. Al dejar el pueblo atrás, negras tinieblas cubren la carretera. Las casas desaparecen, cada vez nos cruzamos con menos coches. La carretera se vuelve tan estrecha que por momentos se hace más dificultoso cruzarse con un coche que venga de frente. Pero Ôshima pone las luces largas y avanza sin reducir apenar la velocidad.
Poco después, el lado derecho de la carretera queda delimitado por un barranco. Por lo visto, abajo discurre un riachuelo. Las curvas son cada vez más cerradas, la calzada menos segura. El coche resbala entre gemidos estridentes. Pero yo ya he decidido dejar de pensar en el peligro. Tener un accidente en este lugar no debe de contar entre sus opciones vitales.
Entreabro la ventanilla. Entra aire fresco. A mi alrededor, los ecos también son distintos.
Nos hayamos en plena montaña, adentrándonos en un lugar recóndito. Finalmente, el camino se aparta del precipicio (cosa que me tranquiliza un poco) y se interna en el bosque. Altos árboles se yerguen a nuestro paso, hechiceros. Los faros del coche iluminan, uno tras otro, los gruesos troncos como si los lamieran. Ya hace rato que el pavimento ha desaparecido, los neumáticos levantan piedrecillas que se estrellan contra la carrocería con un ruido seco. No se ven estrellas ni la luna. De vez en cuando una lluvia menuda azota el parabrisas.
Avanzamos por el camino de montaña, cruzamos un bosque tras otro y al fin llagamos a nuestro destino. Ôshima detiene el coche, se apea dejando el motor encendido, abre el candado de una especie de valla metálica, la empuja y abre. Luego se adentra con el coche en el terreno vallado y, durante un tiempo, sigue por el camino pedregoso. Poco después aparece ante nosotros un pequeño claro. El camino muere allí.
Al detenerse el motor nos invade un pesado silencio. Al parecer, un riachuelo fluye por las cercanías: me llega el murmullo del agua. El viento sopla a ráfagas sobre mi cabeza con un silbido simbólico, abro la portezuela y me apeo. El aire frio se concentra a rachas aquí y allá.
Tengo ante mis ojos un edificio pequeño. Parece una cabaña, pero está demasiado oscuro para que pueda apreciar bien los detalles. Sólo los contornos, que se recortan contra el bosque a sus espaldas.
No es que intente presumir de ello, pero es una cabaña muy primitiva. Tal como te he dicho antes, no hay luz eléctrica , ni agua, ni siquiera lavabo. El único vestigio de civilización es el gas propano.
-Esta montaña perteneció a mi abuelo. Era de Kôchi, muy rico, poseía muchas tierras. Cuando murió, hace unos diez años, mi hermano y yo heredamos ésta montaña. Casi toda la montaña, entera, vamos. Ningún pariente la quiso. Está lejos, apenas tiene valor alguno.
Al otro lado se extiende, como si fuera un muro, una profunda oscuridad.
-Aquí no se pueden utilizar los teléfonos móviles. No hay cobertura. Y tampoco se puede escuchar la radio, claro. Es decir, estarás completamente aislado, separado del mundo. Podrás leer muchos libros.
Este traballo de libreta pasará a ser segrigráfico |
Que preciosidade Xandra.
ResponderEliminarÁnimo que xa queda menos !!!
Dalle dalle Xandra! O proxecto vai encamiñado, xa sabes que para o proceso stencil ou serigráfico estou para o que precises. Unha aperta!
ResponderEliminarMuy Chulos los dibujos Xandra. Me encanta el contraste entre el negro y el blanco. Muy bonitos. Mucho animo. Besitos. Duli Soto
ResponderEliminarParabéns, Xandra! Uns debuxos fantásticos.
ResponderEliminarQué bonito, Xandra! Apertas!
ResponderEliminarPreciosos todos los dibujos .Felicidades artista .
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