luns, 20 de abril de 2020

22. Todas las almas. Mirar en tiempos de cólera. [PINTURA]

En la entrada del Facebook de mi querido amigo y escritor José Tono Martínez, Éramos felices y no lo sabíamos, reflexiona sobre el valor de la vida, las estadísticas de muertos ocurridos por el COVID-19 (que se reducen a una escala de números), en algunos casos despedidos de urgencia.

Sería interesante entonces reflexionar sobre la memoria como materia de trabajo. 

Christian Boltanski (Francia, 1944):
Artista francés de gran relevancia internacional, fotógrafo, escultor y cineasta, pero lo que mayor impacto ha logrado son sus instalaciones.
Ha expuesto en los principales museos del mundo y su trabajo es reconocido por su capacidad para cuestionar los sucesos históricos y los eventos más traumáticos de la humanidad en el último siglo.




La muerte, la vida y la identidad son temas recurrentes en su obra, que está marcada por una colectivización de los archivos, de la memoria, mas allá de los explícitamente presentes.
Para ello recurre a materiales frágiles (fotografías antiguas, ropa usada, objetos personales, cotidianos usados, recortes de periódicos, cartas, etc.), así como testimonios sobre lo breve de la vida.


¨Trabajo con el rastro que deja cualquier vida, tras desaparecer¨.
C.B.

Boltanski considera a cada ser humano como un ser único, en constante condición de fragilidad. Por eso el eje principal de su trabajo es la trascendencia.
Reflexiona sobre la identidad y la memoria colectiva, además de alcanzar una vinculación entre arte y vida.


Utiliza materiales como fotografías, ropa usada y recortes de periódicos: objetos cotidianos que son a la vez íntimos y universales, creando obras que se conectan con el espectador a nivel emocional.


Archivo fotográfico de objetos perdidos

La huella que dejó en él la Segunda Guerra Mundial es muy profunda, de madre cristiana y padre judío, la persecución de su padre y la memoria del holocausto le confrontan tempranamente con la noción de la muerte.

Colección de fotografías de una familia anónima

Al principio, sus trabajos tenían un carácter íntimo y auto-referencial, para dejar huellas de su propia existencia. Más tarde, esta postura se extiende del destino personal al anónimo y colectivo.
Con objetos perdidos, abandonados, con retratos y otros elementos que remiten a sus desconocidos propietarios, que expresan la ausencia e invitan al público a reconstruir el pasado para preservar la memoria.

                                         

¨Yo nací en 1944, en plena Segunda Guerra Mundial, en un momento en el que cualquiera podía matarte y en el que mi familia tuvo muchos problemas.
La guerra es como un rumor en mi obra, no trabajo como tal sobre ella pero está ahí en grandes temas como la vida y la muerte¨.
C.B.

Para Christian el arte debe ser universal y colectivo:
“Por eso, me gustaría que el creador tuviera un espejo en vez de rostro, para que cuando el otro, el espectador, mire esa obra, se vea a sí mismo¨.
C.B.



Archivos del corazón (2005):
En Naoshima (Japón), están registrados ¨Los archivos del corazón¨: miles y miles de latidos que ha ido grabando en las exposiciones que ha hecho por todo el mundo (Santiago de Compostela, entre otros lugares).

¨Como si fuera un lugar de peregrinaje, saber que en esa isla maravillosa se encuentran los latidos de los corazones de muchísimas personas anónimas, es mas importante que el hecho mismo de visitarla¨.
C.B.


 ¨Las personas pueden ir allí a escuchar el corazón de un ser querido¨.
C.B.


¨Son espíritus perdidos en medio de un bosque de almas¨.
C.B.

Regards (1993):
¨Miradas ¨ reúne fotogramas que extrajo de un programa de televisión sobre deportaciones a campos de concentración, como una reflexión sobre caras anónimas.

¨Hubo gente que lo relacionó inmediatamente con el Holocausto, pero a otros muchos les hizo pensar en el terremoto de Haití que acababa de ocurrir y las dos interpretaciones me parecen bien. Una buena obra nunca se puede leer sólo de una manera¨. 
C.B.


¨Son una especie de testigos que están repartidos por el espacio y que nos observan sin que sepamos por qué¨.
C.B.

¨El hecho de que no dé más pistas sobre las historias de sus protagonistas, es un enigma para que el público intente comprender quiénes son esos seres que nos miran¨.
C.B. 


¨Para mí representa a los justos mirándonos¨.
C.B.
                                      

¨Lo que me interesa es plantear preguntas sobre la vida y al hacerlo transmitir una emoción¨.
C.B.

La traversée de la vie (2015):
¨La travesía de la vida¨ es una serie de fotografías de posguerra de una familia anónima impresas en telas traslúcidas que penden del techo, acrecentando la impresión de fragilidad o ligereza.


Insta a una reflexión sobre la tragedia histórica que asoló el siglo XX, puntualizando la delicadeza de una memoria que con el tiempo se ve desleída, a punto de esfumarse.


Si hay un modo de reparación, pero el tiempo se encarga de horadar los rastros que la vida va arrojando, volviéndolos abstractos.


Dos carteles de neón con las leyendas: Partida y Llegada, trazan los límites del arco en que transcurren los sucesos, en una condensación, no por sutil menos fuerte, de la brevedad de la existencia.



Animitas (2014-2015):
Se desarrollo en Chile, consiste en una instalación creada en Talabre, en las faldas del volcán Lascar, donde unas campanillas prendidas en tallos de metal tintinean al viento, rindiendo homenaje a las personas fallecidas en esos lares.
La comunidad atacameña acogió el proyecto, trabajó junto al artista y celebró su inauguración con una ceremonia tradicional de Pago a la Tierra.



Se interrumpía la soledad del desierto con un prístino sonido que homenajea a los ausentes.



En este lugar lejano, bajo el cielo enorme, suenan las campanas con el paso del viento, un sonido que permanece aún cuando nadie lo esté escuchando. 



“Toda mi obra se relaciona con el culto a los ancestros, que también practican los habitantes de este mágico lugar, en este pueblo en las cimas de Atacama donde hoy cientos de campanas, que recrean la música de los muertos, el sonido del cielo”. 
C.B.


Depositario de ropa sin dueño, parte de la instalación: ¨Animitas¨.


Misterios (2017):
En el sur de Patagonia, hizo una pieza sonora en la que el viento activa tres dispositivos que emiten sonidos. Son trompetas inmensas, creadas en conjunto con un ingeniero acústico que suenan muy parecido al canto de las ballenas cuando sopla el viento en ellas.



Hay en esta instalación la voluntad de retrotraer la percepción a la fuente del mito, es decir, al punto indiscernible en que se produce el ensamble entre la naturaleza y la actividad humana, hacia su punto de origen.



Es un instrumento cuyo sonido lo produce el viento, es el lugar donde se anuda lo humano con la naturaleza.



Invoca una dimensión antigua, previa al mundo tal como lo conocemos.


Su arte restaura el alba originaria, como una alerta sobre el devenir humano, que acaso esté en su estertor final.


¨Podemos imaginar que en cien años la obra física estará destruida, pero entre los habitantes de la región se acordarán de que un día vino un extraño que intentó hablar con las ballenas¨.
C.B.

“En principio, para las poblaciones aborígenes, las ballenas conocen los secretos de los comienzos de los tiempos. Por eso, lo que yo quería era que ellas me contaran eso. Lo que me interesaba era hacer a las ballenas algunas preguntas de tipo existencial, como: ¿de dónde venimos? o ¿para dónde vamos?¨.
C.B.

Réserve de Suisses morts (1991):
¨Reserva de los suizos muertos¨ es una escultura compuesta por cajas de metal a modo de archivadores viejos y apilados, que forman un pasillo estrecho con lámparas de oficina en su parte alta.




Cada caja tiene una fotografía de un hombre o una mujer, recuperada por el artista de obituarios de los periódicos suizos.



¨Cada vez más utilizo imágenes de archivo, para conservar el rastro de todo. La memoria es algo muy frágil¨.
C.B.


Son estructuras de elementos repetidos, casi idénticos, para sugerir un archivo casi infinito de los muertos.



La escultura evoca las burocracias mundanas de la mortalidad, el contraste entre lo institucional y lo personal, entre la memoria y el olvido.



¨En las sociedades tradicionales, la muerte era algo menos problemático, que ahora, porque la idea de progreso no tenía la misma presencia y la supervivencia del grupo o de la familia era lo más importante¨. 
D.B.


¨Lo que me ha interesado y de eso he intentado hablar, es lo que yo llamo la pequeña memoria.
Es lo que nos diferencia a unos de otros. La gran memoria se encuentra en los libros de historia, pero la acumulación de pequeños saberes que todos tenemos dentro constituye lo que somos¨.
C.B.

"Morimos dos veces: una primera vez en el momento del fallecimiento y una segunda cuando nadie te reconoce ya en una fotografía, al mirarlos se les devuelve la vida durante unos instantes¨.
C.B.


“En realidad, todo mi trabajo gira en torno a mi afán de conservar lo que queda de una vida¨.
C.B.

“Ciertamente, yo era alguien bien raro cuando joven, el arte me salvó, porque el arte te posibilita tomar distancia con tus problemas. Si eres desdichado, el arte te permite hablar de tu infelicidad y al hacerlo, te liberas de esta¨.
C.B.

Videos:

Ausencias:


Animitas:


Visita estudio:


Misterios:


2 comentarios:

  1. Fora impactante para min unha mostra de Boltanski alá polo ano 96 en Santiago, na igrexa fronte ao museo do Pobo Galego...unha instalación de fotografías de persoas que sufriran o holocausto.

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    1. Grazas Fredi, si creo que es la serie de Regards, supongo que en la iglesia de Santo Domingo de Bonaval, la obra de Boltanski debería de ser impresionante.

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